ACCIÓN PASTORAL
ANTECEDENTES
La Orden de la Merced fue fundada en Barcelona, España en 1218 por San Pedro Nolasco con la misión específica de redimir a los cristianos en ese entonces cautivos en manos de musulmanes. Hombres y mujeres cristianos, eran arrancados de su tierra, de su familia y de su sociedad en condición de prisioneros. Los mercedarios tenían como misión, en primer lugar, despertar la solidaridad cristiana para remediar la llaga de la cautividad y por otro lado intentaban sostener a los pobres cautivos en su fe cristiana para que no desesperaran, y no cayeran en la tentación de acomodarse a vivir sin fe y sin moral, es decir, sin dignidad cristiana.
Nuestra Madre María en su advocación de Virgen de la Merced se apareció a San Pedro Nolasco, y otros confesores para que fundaran la orden religiosa dedicada a la redención de los cautivos, desde entonces ha sido difundida la devoción a nuestra Madre de la Merced extendiéndola por todo el mundo.
El carisma de la Merced se entiende como un misterio del amor de Dios, de ahí que los padres mercedarios se comprometen con cuatro votos: pobreza, obediencia, castidad y el cuarto liberar a los más débiles en la fe
aunque su vida peligre para ello.
La sociedad actual globalizada ofrece ahora nuevas formas de cautividad y es así que el carisma mercedario hoy está definido para actuar en los siguientes escenarios sociales:
1ª Donde hay opresión y degradación de la persona humana;
2ª Donde nacen principios y sistemas opuestos al evangelio;
3ª Donde se pone en peligro la fe de los cristianos; y
4ª Donde se ofrece la posibilidad de ayudar, visitar y redimir a las personas que
se encuentran dentro de cautividad
Es por ello, que los mercedarios han enmarcado sus ejes de acción en la educación, las prisiones, misiones, parroquias y la acogida alrededor de todo el mundo.
Nuestra institución impulsada por el espíritu redentor de la Orden de la Merced y del Padre Rubén Robayo quien fundó en el año 1969, lo que hoy es la “Unidad Educativa Fiscomisional Tirso de Molina”, tiene la misión de proporcionar una educación integral y liberadora de tal manera que la acción educativa y el testimonio de sus educadores sean una invitación constante a crecer en libertad según el Evangelio, por lo que reforzamos en nuestros estudiantes el uso responsable de su libertad individual y el respeto a la libertad de los demás entendiendo que, como mercedarios, debemos ser ”libres para liberar” a los demás de sus propias actividades.
EJES DE ACCIÓN DE NUESTRA PASTORAL
La acción pastoral de la Unidad Educativa Fiscomisional Tirso de Molina
pretende conseguir:
- Formar personas comprometidas con su desarrollo personal y en la renovación de la sociedad conforme a los valores del Evangelio y al carisma mercedario.
- Acompañar a los niños y jóvenes en su proceso de maduración en la fe, al amparo de nuestra Madre de la Merced, siendo testigos de la misericordia de Dios.
- Ayudar a nuestros estudiantes a vivir el lema “LIBRES PARA LIBERAR “ y así descubrir su propia vocación en la sociedad y en la Iglesia.
En este marco, la Comisión de Pastoral de la Unidad Educativa Fiscomisional Tirso de Molina ha enfocado su trabajo en los siguientes ejes:
PASTORAL DE SERVICIO EDUCATIVO
•Presencia cercana y acogedora..
•Atención a los alumnos más necesitados.
•Formación y vivencia de las actitudes y valores evangélicos.
•Educación Moral y Católica a través de la asignatura dentro de la malla curricular
PASTORAL DE LA CELEBRACIÓN
* Celebración litúrgicas: Inauguración del año lectivo, Mes de nuestra Madre de la Merced, Bendición de corona de Adviento, Navidad, Epifanía del Señor, Semana Santa, Consagración a nuestra Madre de la Merced
* Celebraciones sacramentales de 1ra Comunión y Confirmación.
* Oración de la mañana, a las 7:00 h. en formación.
PASTORAL SOCIAL O DE COMPROMISO
Educar en la sensibilización y compromiso cristiano.
Actividades de solidaridad con los más necesitados en campañas específicas en el mes de diciembre
Colaboración con Domund para las misiones
PASTORAL DE CATEQUESIS
•Enseñanza religiosa escolar .
•Establecer un diálogo fe y cultura.
•Convivencias para alumnos.
•Convivencias espirituales para personal Docente, Administrativo y de Servicio
•Atención a los alumnos con necesidades espirituales
•Catequesis: Mes de Nuestra Madre de la Merced, Difuntos, Adviento, Navidad, Epifanía del Señor, Semana Santa, Mes de Mayo).
•Catequesis preparatoria para la Primera Comunión y Confirmación.
AGENTES DE PASTORAL
Todos los miembros de la Comunidad Educativa estamos comprometidos en
esta tarea evangelizadora: religiosos, profesores, personal administrativo y de
apoyo, padres de familia, catequistas.
Comisión de Pastoral:
La función de este Comisión es la de animar y coordinar las actividades de
pastoral que se planifican para cada año lectivo:
- Fray Isaac Bueno
- Jenny Sánchez
- Yone Miranda
- Stalin Jerez
- Maritza Lascano
- Eduardo Aguaguiña
- Nidia Albán
- Susana Brito
- Violeta Laura
- Nelly Galarza
- Alexandra Lanchi
- Narciza Cuenca
Así mismo contamos con un equipo de catequistas que colaboran en la
hermosa tarea de evangelizar para los Sacramentos de 1ra Comunión y
Confirmación, ellos son:Lic. Nidia Albán
- Ing. Jessenia Baidal
- Lic. Elizabeth Bayas
- Lic. Susana Brito
- Lic. Maritza Lascano
- Lic. Janeth Llambo
- Lic. Rosita Minango
- Lic. Maricela Zumbana
- Lic. Alexandra Lanchi
“Merced” es sinónimo de misericordia, piedad o compasión, ejercida para con aquellos que se hallan privados de libertad y en peligro de perder su fe cristiana. La misericordia mercedaria es efectiva y afectiva, no humilla a la persona humana, sino, por el contrario la redime y libera, la dignifica. De esta misericordia está necesitado el mundo actual sobre todo nuestros niños y jóvenes que están inmersos en un mundo digital y globalizado, cada vez más expuestos a esclavitudes como: drogas, prostitución, violencia, racismo entre
otros.
Los mercedarios hoy, desde una profunda vida de fe, que nos hace libres para liberar, intentamos ser merced (Amor) y extensión de la redención cristiana en los márgenes sociales para ayudar al hombre a confiar y vivir esperanzados (Fe) en la redención de Cristo bajo el manto de nuestra Madre María de la Merced.